María Rosario Codas Duarte
Teoría de la Arquitectura 1
Las seis coordenadas de la arquitectura La enseñanza es parcial, por cuanto se dirige solo a la esfera intelectiva del ser. El hombre es una unidad psicofísica, unión indisociable del cuerpo y alma. Las acciones valederas en la educación, son solamente aquellas que se dirigen a todos los sectores de su personalidad. Componen la esfera colectiva, esfera sentimental o afectiva y la esfera volitiva. La interacción de estas esferas, incluyendo la física es total. El hombre funciona como un engranaje total y completo. Llamamos enseñanza integral, a un tipo ti po de enseñanza que tiende a reparar en todos estos factores por igual. Frente a la razón o el intelecto, se ven muchas veces incapaces de impedir ciertas reacciones puestas en marcha secularmente por la vía afectiva. La razón nos viene a servir en última instancia, solo cuando el calor de los hechos se ha desvanecido, y estamos entonces en condiciones de analizar con cierta objetividad. El núcleo de nuestra enseñanza se centra más en el hombre y en su formación, que en la propia técnica. Con el mejoramiento de la aptitud individual, el conocimiento de la técnica se facilita y sobreviene luego casi como contagio. La enseñanza clásica se centra en el “objeto”, “ objeto”, mientras que nosotros nos centramos en el “sujeto”, nos valemos del “objeto” para llegar al “sujeto”. En la etapa universitaria el “coeficiente de plasticidad” mantiene aún tomo ascendente, y es mucho
lo que se puede hacer por el desarrollo del estudiante en cuanto a nuevas aptitudes, o mejor dicho, desarrollar aptitudes latentes en él. La juventud es la edad de la adaptación social y cultural. Durante esta etapa, el joven aprende a cooperar con su sociedad, aprende a amarla; y busca con envidiable tesón, encarnar los más elevados ideales políticos y religiosos que lo animan. Cae en sus peores defectos y errores, cae en la fantasía, se envuelve en utopías. Son esas imperfecciones, las que transforman a la juventud en el motor de la sociedad, en el nervio vital de ella. El mundo actual, dado su organización social y económica, tiende a masificar al hombre por obvias razones de consumo, ya que el consumo necesita precisamente en el mercado, mentes estereotipadas. El hombre normal, debe someterse muchas veces por razones de estrategia; también debe agredir cuando las circunstancias así lo l o exigen, y muchas veces, debe desentenderse de los problemas. El hombre normal y maduro, es el hombre capaz de comprender la fuerza del poder, po der, pero que no se somete servilmente a él. La enseñanza formativa, es aquella que tiende a formar a ese hombre. El hombre es “un animal cuyos instintos se han debilitado”. La aseveración parece exacta. Cada paso
que da, debe enfrentar situaciones que debe resolver perentoriamente por otros medios. La técnica nace como una respuesta del hombre, frente al problema que la naturaleza le plantea.
María Rosario Codas Duarte
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La escasez de bienes, producto de una técnica inadecuada, fueron lo que alimentaron por siglos los instintos de competencia que hoy caracterizan al hombre. En la evolución de la historia, un enriquecimiento de la técnica se transforma en un producto social. En la situación actual, la técnica está en condiciones de poder producir para todos por igual. El ansia de poder del hombre ha provocado que la técnica se desvíe hacia objetivos no vitales para el hombre y que exista una notoria e injusta distribución de los bienes que la técnica produce. El siglo xx se ha caracterizado por un dominio espectacular del hombre sobre la naturaleza. La natural irracionalidad del hombre, tal cual surge de las premisas del psicoanálisis moderno, se acentúa con estos momentos como negativas a aceptar una supuesta “racionalidad” impuesta por el
sistema. Un sistema que empieza ya a desplomarse, frente a la fuerza contundente de la historia. Y es por todo ello, que hoy más que nunca, compete a los universitarios rever el contenido ideológico que presupone el uso de la técnica. Manifestamos como objetivos urgentes a perseguir: 1. Canalizar la técnica hacia la solución de las finalidades más urgente y vitales para la humanidad. 2. Propender a una distribución equitativa y justa de los bienes que la técnica produce. Mientras el progreso técnico, y el lujo de la riqueza se amontonan en el hemisferio Norte, queda para nosotros el hambre, la miseria, el dolor y el frío. El problema de la relación del hombre con el medio social implica un doble aspecto: por un lado la relación del hombre consigo mismo y por otro lado, del hombre con los demás. La conciencia del hombre tiene así un carácter dicotómico y bipolar.+ En el hombre operan dos fuerzas la satisfacción de sus deseos individuales y las obligaciones colectivas. El modo de armonizar adecuadamente a esas dos esferas, es lo que define la conducta del hombre, y en lo que tiene que ver con su quehacer en el campo de la arquitectura, define su comportamiento técnico. Pretendemos transformar la arquitectura en un producto individual pero con alta finalidad social. Las bases teóricas de la grafología son: la mano es un apéndice cerebral, y por vía bulbo-medular y de los nervios periféricos se pone en movimiento para ejecutar las órdenes del cerebro. Como en el cerebro están interconectados todos los centros nerviosos, cualquier alteración que en ellos se presente, se transmite a la mano. La grafología es una disciplina que estudia la base de las emociones y los sentimientos a través de sus manifestaciones fisiológicas. La crítica indirecta tiene esencialmente carácter formativo, ya que obliga al alumno a la autocrítica y la elaboración propia, liberándole de la influencia excesiva del docente. Acelera el proceso creativo, se adecua muy bien a las nuevas condiciones de la enseñanza e introduce el “Principio de la Sistematización”. La crítica indirecta, constituye una crítica objetiva realizada en la pizarra frente a
todos los alumnos en general, sin que se exhiban los esquicios por ellos elaborados, y se refiere fundamentalmente a los problemas de orden general planteados por estos esquicios.
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Es fundamental entender para un docente, que nada existe que le autorice a pensar que sea un árbitro en materia de gustos: el juicio estético es totalmente subjetivo. La arquitectura en sí misma, no solo no es culpable del uso que se ha hecho de ella, sino que por el contrario, es un arma fundamental para ser usada en beneficio del pueblo. La deformación más común, es el exceso de acento en la plástica o el “sibaritismo funcional”. Un error es la vanidad creativa, precursora de la vanidad general… eso que l eva al arquitecto a transformar la arquitectura en un “luminosos de propaganda”, donde arquitecto y propietario se aúnan para “perpetuarse” en la obra. Y se da entonces el caso curioso, de que en lugar de ser el
hombre el objetivo de la arquitectura, el objetivo lo es la arquitectura en sí misma. Eso debe ser desterrado. Las seis coordenadas pretenden crear una nueva ideología. Pretende crear un arquitecto diferente, volcado a cumplir sus deberes para con la sociedad y no para satisfacer sus propios caprichos. Un arquitecto así, que palpita al unísono con anhelos populares tiene una colaboración con dimensiones más amplias. Antes que la arquitectura, está el hombre. El sitio es un lugar de la tierra, cualquier lugar… una tierra con determinadascaracterísticas
geográficas, un sol que incide de un modo peculiar, un régimen cualquiera de vientos, una determinada latitud y altitud. Nace un hombre… un hombre peculiar, condicionado por determinantes étnicas, por ciertas
tradiciones, patrones culturales que le asedian, co n un proceso histórico que tiene presente, que no le es ajeno y ese hombre debe idear una técnica para adecuarse a la situación natural. Esta técnica es una técnica particular, ya que es la respuesta a dos factores particulares: un sitio particular y un hombre particular. El HOMBRE, el SITIO, la TECNICA son las COORDENADAS LOCALES, porque tienen relación directa, con el medio en que se aplican y tienen fundamentalmente a dar respuestas nacionales. Tienden a afirmar el sentido nacional de la producción arquitectónica. Todos los problemas que nos rodean deberían ser observados a través de estas coordenadas. Son como un llamado a confiar cada vez más en nuestros propios valores humanos, en nuestra cultura. Para analizar las COORDENADAS UNIVERSALES podemos utilizar una jarra. Esta jarra cumple una función y entre dos jarras que “funcionen” igual, se va a elegir la más bella. La que tenga mejor
plástica. Dependiendo del esfuerzo al hacerla y el resultado obtenido existe una relación a la que llamamos economía, que incidirá en su precio. Tenemos ECONOMIA, FUNCION Y PLASTICA. La arquitectura debe ser económica, bella y funcional. En tanto la FUNCION representa las necesidades vitales del hombre, y la PLASTICA las espirituales, se conectan directamente con el HOMBRE. Y lo propio ocurre con la ECONOMIA, cuyos objetivos se ven prontamente satisfechos en la medida que sepamos aprovechar las condiciones que deparan el SITIO y la TECNICA. Las seis coordenadas, tienen o admiten una triple finalidad:
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Como doctrina arquitectónica Como mecanismo de regulación creadora Como metodología de crítica o autocritica, para ser usada indistintamente por alumnos o docentes.
Es una metodología que garantiza a los proyectos las dosis mínimas de racionalidad exigibles, para que las obras no contraríen los intereses comunitarios, evitando que la arquitectura se transforme en un mero motivo de gratificación individual o vanidad personal. Explica lo que no se debiera hacer pero confiere total libertad de acción en el “hacer”. Da coherencia al pensamiento social y político del hombre, con su quehacer en el campo técnico. Su finalidad esencial: LA ARQUITECTURA NO DEBE TENER UNA FINALIDAD EN SI MISMA; SU FINALIDAD ES EL HOMBRE; A ESE HOMBRE SE DEBE. La inteligencia del hombre normal se caracteriza por situarse entre la metodización excesiva que conduce a la rigidez intelectual, y el exceso de improvisación que conduce a la inestabilidad y la inconstancia del pensamiento. La DISCIPLINA DEL PENSAMIENTO en el hombre inteligente, debe darse de modo automático y espontáneo, implicando una atención estable, pero que obra inconscientemente, sin esfuerzo, como una facultad habitual del sujeto. Se trata de una aptitud desarrollable por la ejercitación, y por mediante el uso de las seis coordenadas, creemos ejercitarla en la creación arquitectónica. Llamaríamos TIPO APERCEPTIVO IDEAL, a esta condición de la mente que permite ver en qué medida la energía lógica permite elaborar las cosas importantes e insignificantes en proporción correcta. La CAPACIDAD DE CONCENTRACION es poder mantener estable la atención, condición fundamental para el arquitecto. La SOLTURA ASOCIATIVA en el pensamiento normal, seria aquella que sin caer en la estereotipia, no acusara tampoco un exceso de soltura que condujera a la fugacidad o inconstancia. Los dones naturales no ejercitables ni desarrollables por la mera voluntad son 1. La CAPACIDAD DE INTROVERSION, aptitud de volcar hacia dentro los propios pensamientos, propiedad de hallar refugio interior cuando así se desea. 2. La CAPACIDAD DE ABSTRACCION, capacidad que permite combinar en un concepto único, elementos de naturaleza diversa, es decir “globalizar”.
3. La ORIGINALIDAD que debe situarse en su justo término. Es muy frecuente ver en arquitectura, muchos que sin poseerla, la sustituyen por la “extravagancia” o el “snobismo”. La necesidad de cumplir con determinados requisitos “funcionales”, hace de la arquitectura un arte
condicionado. La arquitectura ha de implicar necesariamente la presencia de dos factores indisociables:
Lo útil, que son las necesidades vitales, primarias; Lo bello, que es la necesidad espiritual de orden emocional, sentimiento innato del hombre.
Existe una necesidad de incidencia equilibrada de estos factores.
María Rosario Codas Duarte
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El “refinamiento funcional” o “rebuscamiento formal” configuran una agresión a la ECONOMIA. Nos
interesa la arquitectura como actitud humana o social, que como mera concreción formal. Tomamos a la ECONOMIA, “como forma de moral social”, entendiendo que todo despilfarro de
bienes en beneficio de solo una parte minoritaria de la sociedad implica un ataque directo al interés colectivo. Nosotros prohibimos ya de nuestra doctrina todo aquello que t ipifique un acto de “refinamiento funcional” o “rebuscamiento formal”. Una tercera situación “pobreza excesiva” es cuando los requerimientos económicos hacen perder totalmente de vista otros valores y concretan una “construcción” y no una “ arquitectura”.
La belleza es lo que transforma una construcción cualquiera en arquitectura, es lo que confiere a la obra sentido de permanencia cuando sus valores funcionales han caducado. La arquitectura deberá ser concebida considerando los distintos principios, “economía”, la “función” y la “plástica”. La “expresividad” es la propiedad que tiene la forma, de dar una idea concreta de la función que se le asigna. “Valor Expresivo” es toda aquella forma que induzca al usuario a comprender la finalidad
para la cual fue creada. Con la arquitectura sucede lo propio. Cuando la forma posee “valor expresivo”, sus méritos son innegables:
Facilitan el uso de la forma Inducen a tomar actitudes Promueven sentimientos
Está vinculado a la “función” que la forma representa
O sea, que el VALOR EXPRESIVO, está atando la PLASTICA a la FUNCION; el valor expresivo, es el que vincula a la forma con su uso, o su función. El juicio arquitectónico, no se puede referir solo a la FORMA PURA o a la PLASTICA CARENTE DE SIGNIFICADO sino que debe incluir el conocimiento del USO, saber COMO FUNCIONA. Para que una obra arquitectónica interese tiene que halagar primero a nuestros sentidos que a nuestro intelecto. La ciencia psicológica ha demostrado, que toda percepción va acompañada de un significado, y ese significado es lo primero que llega a nuestra conciencia. La regla es esa: lo primordial, lo primero que llega a nuestra conciencia, lo que más se nos grava, es el significado de la cosa, lo que la cosa es. Y de allí una conclusión fundamental: EL INTERES PRIMORDIAL DEL HOMBRE SE FINCA EN LOS VALORES EXPRESIVOS (significados) POR ENCIMA DE LOS FORMALES.
María Rosario Codas Duarte
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El valor expresivo es fundamental, pues me ayuda a “usar” el edificio. El sentimiento, se sobrepone
aquí al valor estético. “El interés principal del hombre reside en los valores expresivos por encima de los formales”. Debe haber una relación entre las forma y lo que ellas pretenden significar. La plástica, la función y la economía llegan a un equilibrio entre los tres. El objeto de la arquitectura, en lo que a concreción final se refiere, es organizar el espacio, sujeto a variantes de tipo cualitativo y cuantitativo. El arquitecto encuentra dos limitaciones principales: el medio físico y los requerimientos funcionales. Vinculamos la FUNCIONALIDAD con la “eficacia” en la ordenación del edificio, atendiendo
fundamentalmente a los movimientos humanos. Hay que ver a la función como el generador de la forma; la plástica como la concreción formal de la idea, impregnándola del natural sentido estético del hombre sí, pero no intentando considerarla como objetivo en sí misma y sí como resultado; y en cuanto a la economía, como una forma de control social. El exterior debe ser una consecuencia del interior. Desde el punto de vista económico, la arquitectura debe considerarse fundamentalmente como un bien de consumo, al que debemos administrarlo de una manera sabia y prudente, lo cual implicaría la necesidad de vincular su concepción con los intereses generales de la comunidad. La arquitectura en tanto técnica, carece de connotación política y social, no a sí el uso que de ella hagamos. Y lo que de aquí se trata es ver cómo hemos de usarla, para que tenga una real significación social, y no sea el monopolio de unos pocos privilegiados. 1. RACIONALIDAD EN EL DISEÑO, evitando todo tipo de complejidad innecesaria 2. “La arquitectura es un fin y la construcción un medio”. Las obras deben nacer así, con estructuras y procedimientos constructivos simples. 3. Aprovechar al máximo los recursos naturales, tanto en mano de obra como en materiales. Debemos usar al máximo lo que el país produce. 4. Evitar refinamientos técnicos propios de medios más desarrollados, y que no compaginan de ninguna manera, con nuestro carácter. 5. Propiciar la introducción de elementos tipos. Los puntos que hace mención Fernando Salinas: 1. “Ampliabilidad” o “crecimiento” del edificio. Hay que prever siempre la posibilidad de que el edificio pueda soportar una ampliación sin gran conmoción. 2. “Transformabilidad”, transformación o cambio de función. 3. Problema de “flexibilidad”, es decir, flexibilidad en el uso. Posibilidad de que un local pueda tener varios usos, sean estos análogos o no. 4. “Mantenimiento” de edificio. Es decir, usar fundamentalmente materiales de fácil limpieza, que no obliguen a una atención demasiado grande. El uso de materiales resistentes de difícil deterioro, que no haya necesidad de reponer.
María Rosario Codas Duarte
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La economía limita a la plástica, evitando el rebuscamiento formal. Limita a la vez a la coordenada funcional negando el refinamiento funcional. El ambiente ejerce una influencia en nuestro pensamiento. Llamamos el SITIO a la situación SOCIAL y el problema técnico. Cuando hablamos del SITIO, lo natural, nos estamos refiriendo al conjunto de factores climáticos y geográficos que rodean al hombre. Sobre ese sitio actúa un HOMBRE y la TECNICA se puede considerar no solo como la acción del hombre sobre el suelo, sino también como medio circundante. La arquitectura es un bien de consumo y las necesidades del hombre tienen carácter universal. Nosotros el sitio lo vamos a considerar en función de dos rubro fundamentales: el aspecto geográfico y el aspecto climático; y en cada uno de esos casos vamos a ver los sub rubros que surgen (subsuelo, suelo, vecindades, tiempo, lluvia, viento y sol). El subsuelo es un elemento inicial básico a considerar cuando se empieza a proyectar. El suelo donde nace la obra, la característica del terreno. La temperatura efectiva es la sensación que provoca en el cuerpo la combinación de la temperatura propiamente dicha, la velocidad del aire y la humedad, que en conjunto en nuestro carácter de hacernos sentir cómodos o incómodos. El viento ventila, sirve para evaporar la humedad, da energía, refresca. En climas cálidos y húmedos es fundamental para permitir la fácil evaporación de la humedad de la piel, produciendo sensación de frescura. Tiene acción sobre las estructuras y ayuda a penetrar las lluvias en las construcciones, es por eso que es fundamental ubicar bien las aberturas y usar de distintos tipos. La lluvia ejerce acción sobre el edificio y sobre el hombre. La importancia del sol es fundamental no solo por su acción térmica, sino también por su acción bacteriológica y psicológica. El elemento vegetal hace reducir la temperatura, pues absorbe las radiaciones solares. Las dos principales fueras que influencian la construcción de los albergues son el clima y la cultura, El hombre idea la técnica, como una necesidad fundamental para poder sobrevivir, ya que su aparato instintivo no está funcionalmente habilitado para enfrentar directamente y sin preparación previa, a las situaciones naturales que se le plantean. El enriquecimiento de la técnica se produjo desde el momento en el que el esfuerzo social de la comunidad entera se lo permitió así.